Enfermedades fúngicas del tomate: hongos patógenos
Eficiencia de los tratamientos antimicóticos para las enfermedades fúngicas del tomate
Cultivo de tomate necesita de un tutorado con malla tutora HORTOMALLAS® para combatir los hongos patógenos
El tomate es una hortaliza de gran valor económico para algunos países, por ello es de suma importancia prevenir las enfermedades del cultivo de tomate de forma particular las enfermedades fúngicas del tomate. Los tratamientos existentes para tales enfermedades, son principalmente preventivos. Se ha observado que si el tratamiento es aplicado una vez que se ha detectado la infección, este no muestra resultados favorables para la producción, ya que las enfermedades que atacan a este cultivo provoca graves daños, afectando la producción u ocasionando la perdida de todo el cultivo.
Enfermedades fúngicas
- En las enfermedades del cultivo de tomate, en donde el patógeno es un hongo, presentan sintomatología similar.
La mayoría de los hongos atacan la planta de tomate foliarmente. Entonces provocan defoliación en la planta, dejando expuestos los frutos al escalado.
Algunos hongos también pueden atacar otras partes de la planta, como: tallo, flor, peciolo, raíz, fruto. - Prácticamente las lesiones que producen son: manchas de coloración parda o castaña; algunas con centros de coloración gris claro o centros negros; otras presentan patrones de coloración.
Si el hongo infecta al fruto, este presenta manchas hendidas. Cuando la raíz es atacada, provoca muerte prematura a la planta.
Algunos hongos solo infectan a la planta en específicos estadios de desarrollo, pero también los hay con la capacidad de propagarse durante todo el ciclo de vida de la planta.

Caída de plántulas o Damping off
(Rhizoctonia solani, Pythium spp., Fusarium spp., Sclerotium spp. y Phytophthora app.)
Produce lesiones pardas y profundas, con aspecto necrótico y acuoso, el progreso de esta enfermedad hace que la zona afectada se debilite y la plántula termina flexionándose. La infección prospera en forma de manchones.
Oídio
(Leveillula taurica o Erysiphe spp.)
Oídio ataca las hojas presentando manchas blancas en el haz, conforme la infección avanza las manchas crecen reduciendo el área fotosintética, provocando la exposición de los frutos a los rayos del sol. Puede manifestarse en condiciones de humedad o sequedad. Se desplaza por medio del viento o agua. Puede ser tratado químicamente con azufre.
Moho de las hojas
(Cladosporium fulvum)
La sintomatología es similar a oídio, con la diferencia que esta enfermedad presenta manchas de color amarillo y pude afectar varias zonas de la planta.
Fusariosis
Fusarium oxysporum.
Esta enfermedad ataca a los peciolos provocando que caigan y que algunas hojas adquieran una coloración amarillenta, logrando secar la planta.
Tizón temprano
(Alternaria dauci)
Ataca hoja, tallo y fruto. En las hojas aparecen manchas con anillos concéntricos, de coloración parda. Si las manchas se extienden logran que la hoja termine desprendiéndose. Las manchas en tallo y peciolo son obscuras. El fruto infectado presenta manchas cóncavas y necróticas.
Tizón tardío
(Phytophthora infestans).
En el haz se presentan manchas con el centro seco y pardo; y en el envés la mancha está rodeada por una línea clara; las hojas toman una coloración castaña. En tallo las manchas son verdosas. El fruto manifiesta manchas pardas, adquiriendo una coloración clara hacia el contorno. Si la enfermedad avanza mucho el fruto puede cubrirse completamente de micelio.
Tizón
(Phytophthora capsici)

Tizón Phytophthora
Ataca a la raíz provocándole pudrición, esto lleva a la planta a una muerte prematura. Una alta humedad favorece la propagación de esta infección.
Podredumbre humeda del tallo – moho blanco
(Sclerotinia slerotirum)
Su incidencia es mayor en otoño e invierno. Ataca principalmente tallos cercanos al suelo, ocasiona lesiones en las axilas de las hojas. Provoca pudrición del tejido, resultando lesiones profundas, que pueden presentar micelio blanco algodonoso en condiciones de alta humedad. Para que se genere la infección, las ascosporas necesitan tejido necrótico.
Verticiliosis
(Verticilium dahliae)
Los síntomas se manifiestan unilateralmente en la hoja, el limbo del foliolo toma una coloración amarilla y presenta ligero marchitamiento. Un ataque fuerte reduce el rendimiento y crecimiento de los frutos.

Mancha gris de la hoja
(Stemphylium spp)
Las lesiones que se observan son manchas pardas con el centro color gris y una periferia amarilla en el limbo de las hojas.
Antracnosis
(Colletrotrichum spp)
En el fruto, provoca manchas hendidas con el centro con puntos negros, mientras que en la raíz se observan manchas de color pardo.
Viruela
(Septoria lycopersici)
Ataca: tallo, peciolo, pedúnculos florales, pero principalmente hojas, formando en la superficie de estas, manchas castañas con centro gris y con el borde teñido finamente de color amarillo. Si el ataque adquiere fuerza provoca defoliación, dejando los frutos expuestos al sol.
Los fungicidas
Tratamiento e implementación de malla tutora para prevenir enfermedades fúngicas.
Los fungicidas que se pueden emplear, dependiendo de la enfermedad fúngica a tratar son los siguientes:
Azoxistrobina, Benadaxil, Beonomil, Boscalid, Bromuro de metilo, Captan, Carbendazil, Clorotalonil, Cyprodinil, Difenoconazole, Ferbam, Fludioxonil, Folpet, Flosetil aluminio, Hidróxido de cobre, Kasugamicina, Mancozeb, Metalaxil – m – isómero, Oxicloruro de cobre, Oxido cuproso, Procimidone, Propamocarb clorhidrato, Propineb, Pyraclostrobin, Sulfato cúprico pentahidratado, Sulfato tetracupico tricalcico, Tetraconazole, Tiram, Triadimefon, Zineb, Ziram. La aplicación de tratamientos preventivos sumado al empleo de buenas prácticas culturales, minimizan los posibles contagios de la mayoría de enfermedades.
Soporte para tu cultivo
Una excelente practica agrícola es recurrir a malla espaldera, ya que al brindarle al cultivo un soporte, le proporciona mayor incidencia de luz solar en las hojas y mayor aireación. Estas dos ventajas reducen las concentraciones de humedad por periodos largos, que es un factor importante para el desarrollo de los hongos, minimizando la incidencia de enfermedades fúngicas. Estos patógenos utilizan el agua, aire, herramientas y la ropa de los operarios como medio de dispersión. La malla tutora HORTOMALLAS® permite reducir el número de mano de obra, restando la cantidad de fuentes de contagios provocadas por los trabajadores.

incidencia de labores manuales con el uso de HORTOMALLAS® ayuda a reducir las
enfermedades en los cultivos de hortalizas.
Esta imagen nos muestra un cultivo tutorado con rafia, en el cual se requiere mayor mano de obra.
Biol. Diana Jiménez.
Referencias
FAO. (2013). El cultivo de tomate con buenas prácticas agrícolas en la agricultura urbana y periurbana. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de http://www.fao.org/3/a-i3359s.pdf
Productores de hortalizas. (2006). Plagas y enfermedades del tomate. Guía de identificación y manejo. México. Recuperado el 28 de septiembre de 2015. Vegetablemdonline.
Sosa, Mirta. (2013). Guía para el reconocimiento de enfermedades en el cultivo de tomate. Formosa, Argentina. Recuperado el 28 septiembre de 2015 de INTA Guia de Reconocimiento de Enfermedades en el Cultivo de Tomate.
Argerich, C.; Troilo, L.; Rodriguez Fazzone, M.; et al. (2010). Manual de buenas prácticas agrícolas e
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Eficiencia de los tratamientos antimicóticos para las enfermedades fúngicas del tomate
Cultivo de tomate necesita de un tutorado con malla tutora HORTOMALLAS® para combatir los hongos patógenos
El tomate es una hortaliza de gran valor económico para algunos países, por ello es de suma importancia prevenir las enfermedades del cultivo de tomate de forma particular las enfermedades fúngicas del tomate. Los tratamientos existentes para tales enfermedades, son principalmente preventivos. Se ha observado que si el tratamiento es aplicado una vez que se ha detectado la infección, este no muestra resultados favorables para la producción, ya que las enfermedades que atacan a este cultivo provoca graves daños, afectando la producción u ocasionando la perdida de todo el cultivo.
Enfermedades fúngicas
- En las enfermedades del cultivo de tomate, en donde el patógeno es un hongo, presentan sintomatología similar.
La mayoría de los hongos atacan la planta de tomate foliarmente. Entonces provocan defoliación en la planta, dejando expuestos los frutos al escalado.
Algunos hongos también pueden atacar otras partes de la planta, como: tallo, flor, peciolo, raíz, fruto. - Prácticamente las lesiones que producen son: manchas de coloración parda o castaña; algunas con centros de coloración gris claro o centros negros; otras presentan patrones de coloración.
Si el hongo infecta al fruto, este presenta manchas hendidas. Cuando la raíz es atacada, provoca muerte prematura a la planta.
Algunos hongos solo infectan a la planta en específicos estadios de desarrollo, pero también los hay con la capacidad de propagarse durante todo el ciclo de vida de la planta.


Caída de plántulas o Damping off
(Rhizoctonia solani, Pythium spp., Fusarium spp., Sclerotium spp. y Phytophthora app.)
Produce lesiones pardas y profundas, con aspecto necrótico y acuoso, el progreso de esta enfermedad hace que la zona afectada se debilite y la plántula termina flexionándose. La infección prospera en forma de manchones.
Oídio
(Leveillula taurica o Erysiphe spp.)
Oídio ataca las hojas presentando manchas blancas en el haz, conforme la infección avanza las manchas crecen reduciendo el área fotosintética, provocando la exposición de los frutos a los rayos del sol. Puede manifestarse en condiciones de humedad o sequedad. Se desplaza por medio del viento o agua. Puede ser tratado químicamente con azufre.
Moho de las hojas
(Cladosporium fulvum)
La sintomatología es similar a oídio, con la diferencia que esta enfermedad presenta manchas de color amarillo y pude afectar varias zonas de la planta.
Fusariosis
Fusarium oxysporum.
Esta enfermedad ataca a los peciolos provocando que caigan y que algunas hojas adquieran una coloración amarillenta, logrando secar la planta.
Tizón temprano
(Alternaria dauci)
Ataca hoja, tallo y fruto. En las hojas aparecen manchas con anillos concéntricos, de coloración parda. Si las manchas se extienden logran que la hoja termine desprendiéndose. Las manchas en tallo y peciolo son obscuras. El fruto infectado presenta manchas cóncavas y necróticas.
Tizón tardío
(Phytophthora infestans).
En el haz se presentan manchas con el centro seco y pardo; y en el envés la mancha está rodeada por una línea clara; las hojas toman una coloración castaña. En tallo las manchas son verdosas. El fruto manifiesta manchas pardas, adquiriendo una coloración clara hacia el contorno. Si la enfermedad avanza mucho el fruto puede cubrirse completamente de micelio.
Tizón
(Phytophthora capsici)


Tizón Phytophthora
Ataca a la raíz provocándole pudrición, esto lleva a la planta a una muerte prematura. Una alta humedad favorece la propagación de esta infección.
Podredumbre humeda del tallo – moho blanco
(Sclerotinia slerotirum)
Su incidencia es mayor en otoño e invierno. Ataca principalmente tallos cercanos al suelo, ocasiona lesiones en las axilas de las hojas. Provoca pudrición del tejido, resultando lesiones profundas, que pueden presentar micelio blanco algodonoso en condiciones de alta humedad. Para que se genere la infección, las ascosporas necesitan tejido necrótico.
Verticiliosis
(Verticilium dahliae)
Los síntomas se manifiestan unilateralmente en la hoja, el limbo del foliolo toma una coloración amarilla y presenta ligero marchitamiento. Un ataque fuerte reduce el rendimiento y crecimiento de los frutos.


Mancha gris de la hoja
(Stemphylium spp)
Las lesiones que se observan son manchas pardas con el centro color gris y una periferia amarilla en el limbo de las hojas.
Antracnosis
(Colletrotrichum spp)
En el fruto, provoca manchas hendidas con el centro con puntos negros, mientras que en la raíz se observan manchas de color pardo.
Viruela
(Septoria lycopersici)
Ataca: tallo, peciolo, pedúnculos florales, pero principalmente hojas, formando en la superficie de estas, manchas castañas con centro gris y con el borde teñido finamente de color amarillo. Si el ataque adquiere fuerza provoca defoliación, dejando los frutos expuestos al sol.
Los fungicidas
Tratamiento e implementación de malla tutora para prevenir enfermedades fúngicas.
Los fungicidas que se pueden emplear, dependiendo de la enfermedad fúngica a tratar son los siguientes:
Azoxistrobina, Benadaxil, Beonomil, Boscalid, Bromuro de metilo, Captan, Carbendazil, Clorotalonil, Cyprodinil, Difenoconazole, Ferbam, Fludioxonil, Folpet, Flosetil aluminio, Hidróxido de cobre, Kasugamicina, Mancozeb, Metalaxil – m – isómero, Oxicloruro de cobre, Oxido cuproso, Procimidone, Propamocarb clorhidrato, Propineb, Pyraclostrobin, Sulfato cúprico pentahidratado, Sulfato tetracupico tricalcico, Tetraconazole, Tiram, Triadimefon, Zineb, Ziram. La aplicación de tratamientos preventivos sumado al empleo de buenas prácticas culturales, minimizan los posibles contagios de la mayoría de enfermedades.
Soporte para tu cultivo
Una excelente practica agrícola es recurrir a malla espaldera, ya que al brindarle al cultivo un soporte, le proporciona mayor incidencia de luz solar en las hojas y mayor aireación. Estas dos ventajas reducen las concentraciones de humedad por periodos largos, que es un factor importante para el desarrollo de los hongos, minimizando la incidencia de enfermedades fúngicas. Estos patógenos utilizan el agua, aire, herramientas y la ropa de los operarios como medio de dispersión. La malla tutora HORTOMALLAS® permite reducir el número de mano de obra, restando la cantidad de fuentes de contagios provocadas por los trabajadores.


incidencia de labores manuales con el uso de HORTOMALLAS® ayuda a reducir las
enfermedades en los cultivos de hortalizas.
Esta imagen nos muestra un cultivo tutorado con rafia, en el cual se requiere mayor mano de obra.
Biol. Diana Jiménez.
Referencias
FAO. (2013). El cultivo de tomate con buenas prácticas agrícolas en la agricultura urbana y periurbana. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de http://www.fao.org/3/a-i3359s.pdf
Productores de hortalizas. (2006). Plagas y enfermedades del tomate. Guía de identificación y manejo. México. Recuperado el 28 de septiembre de 2015. Vegetablemdonline.
Sosa, Mirta. (2013). Guía para el reconocimiento de enfermedades en el cultivo de tomate. Formosa, Argentina. Recuperado el 28 septiembre de 2015 de INTA Guia de Reconocimiento de Enfermedades en el Cultivo de Tomate.
Argerich, C.; Troilo, L.; Rodriguez Fazzone, M.; et al. (2010). Manual de buenas prácticas agrícolas e
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