El cultivo y las enfermedades bacterianas del tomate
Las enfermedades bacterianas del tomate y sus tratamientos
La importancia que ha tomado este cultivo en el sector económico provoca mayores esfuerzos en la identificación de las enfermedades bacterianas del tomate y en encontrar tratamientos que reduzcan la incidencia de las afecciones más comunes y con mayor importancia en cuanto a calidad y cantidad de la producción. Una práctica que se ha vuelto imprescindible para algunos cultivos es el tutoreo. Esta práctica permite mejorar las condiciones para un buen desarrollo del cultivo. También es de suma importancia brindar los nutrimentos que este requiere, producir semillas resistentes y el implementar buenas técnicas agrícolas.
Enfermedades bacterianas que atacan el cultivo del tomate
Cancro bacteriano
La bacteria que provoca esta enfermedad bacteriana en el tomate es Clavibacter michiganensis. Se considera una de las enfermedades más importantes en cultivo en invernadero. Provoca marchitamiento, comenzando por las hojas de forma asimétrica. Si la planta cuenta con frutos inmaduros estos se desprenderán y la planta adquirirá un aspecto de quemaduras. Los tallos presentan estrías en las zonas donde se insertan las hojas. En el interior del tallo se puede observar la presencia de líneas con una coloración que va de blanquecina amarilla a marrón, la infección podría llegar hasta la medula. Pueden aparecer manchas cancrosas y ampollas en tallos y hojas; y que el fruto presente manchas con el centro oscuro y rodeados de halos blancos y opacos.
Mancha Bacteriana
Son dos las bacterias responsables de esta enfermedad: Xanthomonas axonopodis y X. vesicatoria. Es considerada como enfermedad importante para este cultivo ya que provoca lesiones en la parte superficial del fruto ocasionando que este adquiera mal aspecto. Las características de las lesiones dependen del estado de desarrollo del fruto; cuando el fruto del tomate es inmaduro las manchas tienen un aspecto lignificado, tomando una apariencia de costras rodeadas de halos, mientras que en frutos maduros las manchas se presentan de la misma forma pero no presentan halo. Esta bacteria se desplaza por viento y agua.
Peca bacteriana
El causante de esta enfermedad es Pseudomonas syringae, ataca foliar-mente provocando manchas con una coloración verde o castaña y una línea amarilla que la rodea. Las zonas que presentan más lesiones son los bordes y el ápice, si la infección avanza toda la hoja adquiere una coloración amarillenta hasta que cae y el fruto queda expuesto al sol. Los frutos también llegan a presentar manchas de forma circular de color castaño en ocasiones delimitadas por un halo verde oscuro. Estas manchas toman un aspecto de costra, que no afecta la epidermis del fruto como en otros casos, en realidad la epidermis del fruto no llega a romperse, pero le proporciona un mal aspecto disminuyendo su calidad para el comercio. La bacteria utiliza como medios de dispersión: el aire, agua y la ropa o herramientas (y manos) que utilizan los trabajadores.
Necrosis de la médula o tallo hueco
Esta infección es responsabilidad de Pseudomonas corrugata, P. mediterránea y P. viridiflava. Las lesiones se observan en tallo, presentando manchas y posteriormente grietas a lo que la planta responde con la formación de raíces adventicias. En el interior del tallo se observa una coloración parda y formando huecos en su interior. Las hojas toman una coloración amarillenta y un aspecto marchito. El medio de dispersión es el agua de riego y los operadores que se encuentren realizando actividades en el cultivo.
Marchitamiento bacteriano
El responsable de esta enfermedad es Ralstonia solanacearum, provocando el súbito marchitamiento de la planta. En el interior del talo se puede observar que el xilema adquirió una coloración oscura. Solo cuando la enfermedad se encuentra en un estado muy avanzado se observan manchas que se manifiestan externamente como lesiones oscuras. Utiliza como medio de dispersión el agua de riego y el contacto mecánico de los operarios.
Podredumbre blanda del tallo
El patógeno responsable de esta enfermedad es Pectobacterium carotovorum, los síntomas se perciben en el tallo, presentando manchas de coloración verde oscuro presentando una consistencia viscosa. Si las manchas se presentan cerca de racimos florales son afectados completamente. Pude provocar el repentino marchitamiento y muerte de la planta. El fruto es infectado si presenta lesiones provocadas por los trabajadores o insectos, este adquiere un aspecto hendido, con una coloración oscura y textura acuosa. Provocando su deformación convirtiéndolo en una masa viscosa y finalmente se cae.

Ventajas que brinda un adecuado tutoreo
Como podemos darnos cuenta el contagio de estas enfermedades bacterianas del tomate se deben a que el agente responsable de alguna enfermedad ingresa a la planta por vía estomática o en algunos otros casos por lesiones o heridas que presentaba la planta, estas lesiones pueden ser provocadas por los operadores que se encuentran realizando las respectivas actividades culturales que este requiere o por la acción de un insecto. Al utilizar un método de tutoreo como el que sugiere Hortomallas le proporciona al cultivo un soporte vertical que lo mantiene alejado del suelo, necesitando menor mano de obra y volviendo accesible el paso de los operarios, minimizando posibles lesiones provocadas por los mismos y oportunidades de contagio. El tutoreo que le proporciona HORTOMALLAS®, brinda al cultivo un área apropiada de distribución, sumado a un buen sistema de drenado ayuda a reducir las concentraciones de humedad.

Tratamiento químico
Una lista de los químicos que se pueden utilizar para el tratamiento de las enfermedades del tomate son: Acibenzolar –S- methyl (7), Bacillus subtilis (SL), Estreptomicina (SL), Hidroxido cupric (SL), Kasugamicina (14), Mancozeb+cobres (5), Oxicloruro de cobre (SL), Oxicloruro de cobre 39%+Mancozeb 30% (5), Oxido cuproso (SL), Sulfato tribásico de Cu (SL) y Kasugamicina (14). Para volver más eficiente la desinfección de la mayoría de estas enfermedades es conveniente aplicar una combinación de los productos que contienen cobre que reducen la población bacteriana y algún fungicida que aumente la eficiencia de los productos que contienen cobre.
Biol. Diana Jiménez
Referencias
FAO. (2013). El cultivo de tomate con buenas prácticas agrícolas en la agricultura urbana y periurbana. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de http://www.fao.org/3/a-i3359s.pdf
Productores de hortalizas. (2006). Plagas y enfermedades del tomate. Guía de identificación y manejo. México. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de Vegetablemdonline.
Sosa, Mirta. (2013). Guía para el reconocimiento de enfermedades en el cultivo de tomate. Formosa, Argentina. Recuperado el 28 septiembre de 2015 de INTA Guia de Reconocimiento de Enfermedades en el Cultivo de Tomate
Argerich, C.; Troilo, L.; Rodriguez Fazzone, M.; et al. ( Manual de buenas prácticas agrícolas en la cadena de tomate
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Las enfermedades bacterianas del tomate y sus tratamientos
La importancia que ha tomado este cultivo en el sector económico provoca mayores esfuerzos en la identificación de las enfermedades bacterianas del tomate y en encontrar tratamientos que reduzcan la incidencia de las afecciones más comunes y con mayor importancia en cuanto a calidad y cantidad de la producción. Una práctica que se ha vuelto imprescindible para algunos cultivos es el tutoreo. Esta práctica permite mejorar las condiciones para un buen desarrollo del cultivo. También es de suma importancia brindar los nutrimentos que este requiere, producir semillas resistentes y el implementar buenas técnicas agrícolas.
Enfermedades bacterianas que atacan el cultivo del tomate
Cancro bacteriano
La bacteria que provoca esta enfermedad bacteriana en el tomate es Clavibacter michiganensis. Se considera una de las enfermedades más importantes en cultivo en invernadero. Provoca marchitamiento, comenzando por las hojas de forma asimétrica. Si la planta cuenta con frutos inmaduros estos se desprenderán y la planta adquirirá un aspecto de quemaduras. Los tallos presentan estrías en las zonas donde se insertan las hojas. En el interior del tallo se puede observar la presencia de líneas con una coloración que va de blanquecina amarilla a marrón, la infección podría llegar hasta la medula. Pueden aparecer manchas cancrosas y ampollas en tallos y hojas; y que el fruto presente manchas con el centro oscuro y rodeados de halos blancos y opacos.
Mancha Bacteriana
Son dos las bacterias responsables de esta enfermedad: Xanthomonas axonopodis y X. vesicatoria. Es considerada como enfermedad importante para este cultivo ya que provoca lesiones en la parte superficial del fruto ocasionando que este adquiera mal aspecto. Las características de las lesiones dependen del estado de desarrollo del fruto; cuando el fruto del tomate es inmaduro las manchas tienen un aspecto lignificado, tomando una apariencia de costras rodeadas de halos, mientras que en frutos maduros las manchas se presentan de la misma forma pero no presentan halo. Esta bacteria se desplaza por viento y agua.
Peca bacteriana
El causante de esta enfermedad es Pseudomonas syringae, ataca foliar-mente provocando manchas con una coloración verde o castaña y una línea amarilla que la rodea. Las zonas que presentan más lesiones son los bordes y el ápice, si la infección avanza toda la hoja adquiere una coloración amarillenta hasta que cae y el fruto queda expuesto al sol. Los frutos también llegan a presentar manchas de forma circular de color castaño en ocasiones delimitadas por un halo verde oscuro. Estas manchas toman un aspecto de costra, que no afecta la epidermis del fruto como en otros casos, en realidad la epidermis del fruto no llega a romperse, pero le proporciona un mal aspecto disminuyendo su calidad para el comercio. La bacteria utiliza como medios de dispersión: el aire, agua y la ropa o herramientas (y manos) que utilizan los trabajadores.
Necrosis de la médula o tallo hueco
Esta infección es responsabilidad de Pseudomonas corrugata, P. mediterránea y P. viridiflava. Las lesiones se observan en tallo, presentando manchas y posteriormente grietas a lo que la planta responde con la formación de raíces adventicias. En el interior del tallo se observa una coloración parda y formando huecos en su interior. Las hojas toman una coloración amarillenta y un aspecto marchito. El medio de dispersión es el agua de riego y los operadores que se encuentren realizando actividades en el cultivo.
Marchitamiento bacteriano
El responsable de esta enfermedad es Ralstonia solanacearum, provocando el súbito marchitamiento de la planta. En el interior del talo se puede observar que el xilema adquirió una coloración oscura. Solo cuando la enfermedad se encuentra en un estado muy avanzado se observan manchas que se manifiestan externamente como lesiones oscuras. Utiliza como medio de dispersión el agua de riego y el contacto mecánico de los operarios.
Podredumbre blanda del tallo
El patógeno responsable de esta enfermedad es Pectobacterium carotovorum, los síntomas se perciben en el tallo, presentando manchas de coloración verde oscuro presentando una consistencia viscosa. Si las manchas se presentan cerca de racimos florales son afectados completamente. Pude provocar el repentino marchitamiento y muerte de la planta. El fruto es infectado si presenta lesiones provocadas por los trabajadores o insectos, este adquiere un aspecto hendido, con una coloración oscura y textura acuosa. Provocando su deformación convirtiéndolo en una masa viscosa y finalmente se cae.


Ventajas que brinda un adecuado tutoreo
Como podemos darnos cuenta el contagio de estas enfermedades bacterianas del tomate se deben a que el agente responsable de alguna enfermedad ingresa a la planta por vía estomática o en algunos otros casos por lesiones o heridas que presentaba la planta, estas lesiones pueden ser provocadas por los operadores que se encuentran realizando las respectivas actividades culturales que este requiere o por la acción de un insecto. Al utilizar un método de tutoreo como el que sugiere Hortomallas le proporciona al cultivo un soporte vertical que lo mantiene alejado del suelo, necesitando menor mano de obra y volviendo accesible el paso de los operarios, minimizando posibles lesiones provocadas por los mismos y oportunidades de contagio. El tutoreo que le proporciona HORTOMALLAS®, brinda al cultivo un área apropiada de distribución, sumado a un buen sistema de drenado ayuda a reducir las concentraciones de humedad.


Tratamiento químico
Una lista de los químicos que se pueden utilizar para el tratamiento de las enfermedades del tomate son: Acibenzolar –S- methyl (7), Bacillus subtilis (SL), Estreptomicina (SL), Hidroxido cupric (SL), Kasugamicina (14), Mancozeb+cobres (5), Oxicloruro de cobre (SL), Oxicloruro de cobre 39%+Mancozeb 30% (5), Oxido cuproso (SL), Sulfato tribásico de Cu (SL) y Kasugamicina (14). Para volver más eficiente la desinfección de la mayoría de estas enfermedades es conveniente aplicar una combinación de los productos que contienen cobre que reducen la población bacteriana y algún fungicida que aumente la eficiencia de los productos que contienen cobre.
Biol. Diana Jiménez
Referencias
FAO. (2013). El cultivo de tomate con buenas prácticas agrícolas en la agricultura urbana y periurbana. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de http://www.fao.org/3/a-i3359s.pdf
Productores de hortalizas. (2006). Plagas y enfermedades del tomate. Guía de identificación y manejo. México. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de Vegetablemdonline.
Sosa, Mirta. (2013). Guía para el reconocimiento de enfermedades en el cultivo de tomate. Formosa, Argentina. Recuperado el 28 septiembre de 2015 de INTA Guia de Reconocimiento de Enfermedades en el Cultivo de Tomate
Argerich, C.; Troilo, L.; Rodriguez Fazzone, M.; et al. ( Manual de buenas prácticas agrícolas en la cadena de tomate
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